Las razones que pueden llevar a tener que rediseñar tu logotipo
Un logotipo es como un ser vivo. Nace, crece… bueno, reproducirse creo que no, eso espero… Pero va desarrollándose con el tiempo, madurando, pasando por diferentes etapas. Algunas meras transiciones, otras con cambios radicales. Es sensible a las modas, a las creencias, en definitiva: a la sociedad. Como la vida misma.
Una pregunta que planea muchas veces sobre nuestras cabezas es: ¿cuándo actualizo mi logo? ¿Cómo sé que ahora es el momento y no más adelante? ¿Y cómo debe de ser este cambio? ¿Sutil o radical? Hay muchos factores que avisan de que tu logotipo de debe de actualizar. Veamos los más importantes.
Un mal diseño
Empezó mal… Te gastaste toda la pasta y dejaste el logo para lo último. Recurrir al cuñado tiene sus consecuencias: un mal logotipo y lo peor de todo: ¡que le debas un favor! Si este es tu caso, el momento para cambiarlo es ayer. No necesitas más pistas. Reúne el dinero y haz algo decente.
Ha pasado de moda
Siempre se intenta que los logos sean atemporales, huir de las modas, pues cuando la moda pasa, el logotipo se quedará “out”. Muchas veces el cliente o diseñador se dejan llevar por ellas, pero en otras se hace a posta porque interesa. Sea cual fuere el motivo, sabemos que nuestro logo tiene fecha de caducidad.
Cambio de rumbo o estrategia
Las marcas nacen con una línea de negocio determinada y que con el tiempo puede cambiar por circunstancias varias. Por ejemplo, una tienda de animales que acabe especializándose en solo una raza de perro. Si el logotipo inicial incluía gatos, pájaros, etc. ya no es el adecuado. O simplemente que quieres dar otro mensaje.
Otro nombre
Obvio. Si por lo que sea tenemos que cambiar el nombre de nuestro producto porque: el que teníamos no funcionaba, nos abrimos a mercados internacionales, etc.
No funciona
El diseño está bien, pero no es aceptado por los consumidores: colores, forma, tipografía… Ahí no queda otra que romper con lo anterior y hacer borrón y cuenta nueva.
Lo ideal es ir haciendo cambios sutiles cuando hagan falta, ir adaptándose a los acontecimientos, con lo que la transición a lo largo de los años no sea chocante para el gran público. De esta forma, tendremos siempre un logo acorde con su momento de vida. Incluso cuando se haga un cambio radical.
¿Y tu logo? ¿Necesita pasar ya por la ITV?